“Pero el derecho objetivo es, esencialmente, también algo subjetivo para sí, es decir,
no es una piedra, algo exterior, puramente sólido, sino que es voluntad del espíritu”
(Hegel, 1999, p.57)
La línea que divide la frontera entre objetividad y subjetividad es un fenómeno que ha emergido fuertemente de la mano del relativismo. Bajo esta perspectiva, pareciera ser que la abstracción unilateral diseñada por Hegel para lograr comprender el mundo en el cual estamos insertos se vuelve lentamente difusa. Si relacionamos lo anteriormente dicho al desarrollo de las teorías cognitivas – evolucionistas, me atrevería a decir que la literatura existente en la actualidad se encuentra en deuda respecto al análisis de influencias externas denominadas “universalistas”.
Lo anteriormente señalado me lleva a reflexionar sobre las coyunturas críticas, los fenómenos globales y estructuras existentes en un momento histórico que ha sido denominado como “la crisis de la modernidad”. Este tipo de fenómenos nos llevan a pensar la importancia del entorno respecto de la evolución cognitiva del ser humano. Por ejemplo, el aprendizaje de un niño conlleva a la diferenciación de lo que son elementos reales de los ficticios. Sin embargo, la realidad en la que estamos inmersos nos lleva a cuestionarnos todos los fenómenos, - relativismo kantiano – por lo cual, pareciera ser que las teorías sobre el conocimiento, la moral y la axiología tienen aun mucho camino por recorrer en cuanto al impacto que produce un escenario exterior de características globales como la “modernidad”.
Una forma de reflexionar sobre la relatividad de la cual somos parte, es a través de la siguiente imagen, la cual representa una diversidad de puntos de partida, caminos, metas por alcanzar… Estos elementos son fundamentales para comprender la racionalidad que gira en torno al ser humano. No obstante, la imagen nos permite representar la relatividad existente en la realidad; múltiples opciones, subjetividad, diversidad valorativa.
Todos estos factores son parte de un proceso que hemos comenzado a vivir en la actualidad, el cual ha sido denominado por algunos autores como “postmodernidad” (Rosennau, Touraine, Lechner) en el cual la línea que separa la realidad de la ficción se vuelva cada vez más invisible. Esto nos lleva a generarnos múltiples cuestionamientos respecto al futuro del desarrollo moral, a la evolución cognitiva y a determinantes como el contexto externo.
Bibliografía:
Hegel, (1999) Principios de la filosofía del derecho, Ed. Edhasa, Barcelona.
¿En que medida las corrientes relativistas son capaces de alterar las teorías sobre desarrollo cognitivo – evolutivo?
¿Qué estrategias metodológicas permitirían desarrollar un estudio empírico respecto del aprendizaje directo de las coyunturas del mundo exterior?
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